Lo que se viene...

Las máximas ya no rigen más mi vida… Se terminaron los capítulos “Pepe Nabosky” y “Pepe Nabosky asistido”, por lo menos hasta nuevo aviso. Una no sabe cuándo puede llegar a necesitar echar mano a esos recursos.

Este fue un fin de semana largo atípico, porque fue eterno. Me enteré, tarde, que había gente en Buenos Aires a la que me hubiera gustado ver. Claro, hay que ver que si esa persona no se dejó ver, o no quiso que yo me enterara que estaba acá precisamente para no verme… Dejen, dejen… no me expliquen; entiendo las indirectas.

De todos modos, a pesar del fin de semana eterno, tengo una buena noticia. Al fin una!!! Me tomo como una semana entera de vacaciones!!! “Eh!!! No estarás loca tomarte tanto tiempo después de un año y medio sin vacaciones??” Y bueno, una hace lo que puede. Decidí irme una semana en julio. Parto el 13, paso el cumple de mi vieja con ella y me quedo unos días más! Pero bueno, de acá a mediados de julio falta una eternidad, como un mes enterito…

Y ese será el momento de cumplir con una agenda súper agitada: de mi casa a lo de mi hermana, de ahí a lo de Vero, de ahí al consultorio para estar otro rato con mi hermana, luego viene la visita obligada a las peluqueras, boludeo por acá, boludeo por allá, visita adeudada a Patricia B. En fin, sacando la peluquera y Patricia, el resto será rutina diaria… pero qué lindo es no hacer un pomo en Trenque, cómo lo disfruto!!! Mucho mimo por acá, mucho abrazo por allá, mucho “te quiero”. De vez en cuando está bueno volver a “tomar la teta”!

Lo que más ansío es volver con las pilas puestas, aunque ya sé que es poco tiempo. Pero después de esos días tengo sólo un mes y medio para encarrilar mi vida. Así que toda la fuerza que pueda mamar, la tengo que guardar para esos momentos cruciales que se vienen.

En fin, prometo mantenerlos informados.