23 agosto 2007

G.B.A.

No tengo muchas anécdotas de mis incursiones en el Gran Buenos Aires, como pide repetidamente Horacio. La única gran experiencia fueron los dos años que viví en Morón.

Pongan este tema mientras leen. Va perfecto! Es de la película "Bram Stoker's Dracula" y el tema es "Vampire Hunters":


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1990-1991

Cuando recién me vine de Trenque decidí estudiar en la Universidad de Morón porque: primero, era una de las cuatro en las que en ese momento se podía estudiar lo que yo quería (agréguenle El Salvador, Perito Moreno y Kennedy) y, segundo, porque no era cara y el nivel académico era bueno.

Una vez solucionado el tema del estudio venía la pregunta obligada: dónde iba a vivir? Averiguamos con una familia de TL que tenía familiares en Morón y nos enteramos de un pensionado que quedaba relativamente cerca de la facu (a unas 10 cuadras). Lo fuimos a visitar, nos gustó y allí me instalé.

El pensionado dependía de una iglesia y era regenteado por un cura y su secretaria. El cura tenía una cara de malo impresionante. Hablaba y se le patinaban las erres porque era yugoslavo. Tenía unos ojos azules enormes, magnificados por los anteojos que usaba. Sentías que podía verte el alma... y yo era una niñita de 17 años. Además este personaje era capellán de la policía. No le faltaba absolutamente nada para encerrarlo dentro del prototipo del nazi hecho y derecho.

El pensionado era enorme y moderno. Uno entraba por la puerta de calle y enseguida se topaba con la escalera. En el primer piso estaba el playroom con una TV, una mesa de pool, una de ping-pong y sillones, ya que hasta allí era donde podían subir los "hombres" que nos iban a visitar (así fuera tu propio padre). En los dos pisos superiores se encontraban las habitaciones. Cuatro por piso, con 4 camas y 4 escritorios, baño privado. Al final de cada uno de los pasillos, una cocina mínima y una heladera. Estaba prohibido "cocinar con olor".

Los dos años que estuve allí me alojé en la misma habitación. Siempre sola en ese cuarto inmenso. Pero siempre tenía amigas en los otros dormitorios.

Nosotras, las "residentes", teníamos una llave de calle que sólo funcionaba en determinados horarios. Entre las 23.00 y las 08.00 estaba cerrado con la llave maestra y si se te hacía tarde, o temprano, quedabas en la calle. Más de una vez me pasó porque el micro que venía de TL llegaba a las 05.00 o porque tenía alguna visita guiada en el centro por la que llegaba tarde. Por suerte tenía una familia conocida que me acogía siempre que hacía falta.

Pero recuerdo dos anécdotas grossas que paso a relatar:
- Durante el primer año yo viví prácticamente sola en el 1º piso. Una noche me acuesto, me duermo y me despierto con la sensación de que alguien me estaba mirando. Yo soy muuuuuy cagona. Teníamos camas "cuchetas", pero puestas en "L". Bajé de mi cama a la de abajo y sin apoyar los pies en el piso, prendí la luz del escritorio... Miles de cucarachas de todos los tamaños andaban por el piso... Casi me muero del asco... Jamás en mi vida había visto una cucaracha! En Trenque, por el clima, no hay. Esa noche obviamente no dormí. Lo único que podía hacer era custodiar que las HDP no se subieran a la cama... Después me expliqué por qué había tantas cucas... las del piso de arriba habían dejado su basura en mi piso... Me costó un montón combatirlas. Conviví con ellas hasta que el cura se apiadó de mí y quemó una pastilla de Gamexane. Cuando por fin logré entrar nuevamente en mi habitación, fui al baño y ahí vi la cosa más impresionante: regado el piso de cucas muertas y al lado de cada una un montón de cucarachitas diminutas, blancas. Por algo sobreviven a todo las muy HDP, cuando se sienten en peligro, largan todas las crías. Y las guachas se estaban moviendo!!!!!

- En mi segundo año allí, me había hecho amiga de dos chicas que estudiaban derecho y vivían en mi mismo piso, en la habitación de al lado. Eran unos personajes: Gladys y Rosana. La primera de Luján, la segunda de Misiones. Ro era una maestra bailando el rock'n'roll de los '50/'60. La cuestión es que parece que Ro estaba medio noviando con un primo de Gladys. Un día yo llegué tarde de una visita guiada y, por ende, tuve que tocar timbre. Esperé a ver si el cura se dignaba a abrirme. Al rato me abren y estaba el cura detrás de la puerta. Les juro que lo único que vi en la oscuridad fueron esos ojos y algo que brillaba más abajo. Cuando pude distinguir de qué se trataba, me di cuenta que era un chumbo... Casi me muero de la impresión. Jamás había visto un revólver tan cerca mío. El tipo no me apuntaba ni nada, lo tenía apuntando para abajo. Me hizo pasar y ahí no más empezó un interrogatorio policial: que si yo sabía si había entrado algún hombre, si yo tenía conocimiento de esto y aquello, etc. Parece que el primo de Gladys entró al pensionado y la vecina de enfrente, chusma y chupacirios (combinación letal), le avisó al cana, perdón, al cura. Se armó la de San Quintín. Las rajaron a las dos del pensionado y yo me quedé sola. Pero eso fue hasta que le conté a mi vieja lo que había pasado. Ahí no más me sacó del pensionado y me vine al centro a vivir con mi hermano...

Esa es mi interesante experiencia en el G.B.A. Realmente fueron los dos peores años de mi corta (?) vida... Durante ese tiempo bajé 15 kilos, llegué a pesar 59kg (tengan en cuenta que mido 1.83), era un desastre. Y encima me tenía que bancar los planteos de mis compañeros de facultad porque decían que no le prestaba atención a los estudios... Sí, ya sé que esos dos años los aprobé porque mis abuelos y mi tía me pincharon para que lo hiciera... pero realmente fue muuuuy duro.

17 años, sola por primera vez en la vida, pasándolo pésimo en un lugar horrible... realmente no se lo deseo a nadie. Mucho después pensaba cómo me hubiera gustado haberme quedado un añito más bajo el ala de mis viejos... cómo me hubiera gustado no tener que salir al mundo tan abruptamente... No es la mejor experiencia que alguien pueda vivir y, sin embargo, hoy lo agradezco porque me enseñó a ser responsable por mi vida.

TIP: esta vez no tengo un tip, realmente. Sólo sería que aprovechen lo que les toca. Que aún en los peores momentos uno tiene que rescatar el aspecto positivo de lo que nos toca en suerte.

23 comentarios:

CCDSY dijo...

Uy Vero me imagino que debio haber sido muy duro!! Te la regalo en esos pensionados, conozco una chica que esta pasando por eso ahora, tambien en un pensionado de monjas, dice que la comida que le dan es lo mas sosa que puede haber en la tierra!! y tienen tambien esos horarios estrictos....

Vero dijo...

Tremendo Yoryi, no te das una idea... Lo peor es que a nosotras no nos daban la comida, nos la teníamos que preparar nosotras. Y como encima no se podía cocinar nada con olor, imaginate lo que comía... Creo que estuve dos años a galletitas con queso, yogur, de vez en cuando algún arrocito con atún... Me iba los fines de semana a La Plata a la casa de mis abuelos y ahí comía como lima nueva... Pero así y todo bajé un montón!

María dijo...

Uy Vero! que tema este!!
Yo cuando me fui de mi casa tambien para estudiar tenia 18, me fui sola, no conocia a nadie!
Conoci en el lugar que fui a vivir a la que mas tarde se convertiria en mi mejor amiga, hermana del corazon te diria, vivi con ella toda la epoca de facultad y un poco mas, siempre eramos las 2 mas alguna/s otra/s persona/s.
Me re identifico con todo lo que te paso en cuanto al desarraigo y el hecho de sentirte a veces tan sola y perdida con unas ganas terribles de volver a la casa paterna!! Y es re cierto lo que decis de que con esas experiencias se aprende muchisimo de como ser responsable con uno mismo.
Me encanto el post!!
Besos

Anónimo dijo...

"me tenía que bancar los planteos de mis compañeros de facultad porque decían que no le prestaba atención a los estudios" che, pero qué compañeros rompepelotas!!!

Muy feo todo, yo no hubiera aguantado tanto control y limitaciones.

Vero dijo...

Sí Mary, la sensación de indefensión es espantosa...

Fer, sabés lo que pensaba yo cuando me cagaban a pedos? "Loco, me encantaría llegar a mi casa y tener un plato de comida en la mesa, una palabra de cariño o de aliento como lo tenés vos". Horrible bajo cualquier punto de vista.

Horacio dijo...

el cura te podía ver el alma sólo si te miraba de espaldas, porque de frente ni en pedo podía atravesar semejante par de gomas

Vero dijo...

Jajajajaaaaaaaa! Sos un HDP!!! Y bueno, era mi única barrera de protección!

Eric dijo...

Es como vos decís Vero, hasta de las experiencias traumáticas uno aprende, si sabe capitalizar los aspectos positivos. Es una edad difícil para el despegue de la casa paterna, sobre todo para la mujer, y no todas están preparadas. Al menos antes, que se yo, hoy cambió mucho todo y no quiero ponerme a divagar. Jaja, muy bueno el fondo musical, es un nuevo Evoca ? Cuantos minutos gratis te da éste ? :D

Vero dijo...

Eriquito, me parece que no tiene límite :P

Yo no sé si no estaba preparada... creo que es muy temprano para cualquiera. Por un lado ansiaba esa libertad de no tener horarios, de no tener a los viejos encima todo el tiempo... pero uno no se da cuenta lo importante que es, la seguridad que te da el respaldo constante de la familia...

Natita dijo...

yo no se si soportaría estar lejos de mi familia. Somos re pegotes...al extremo te diría. En tu lugar, o el de Mary creo que me hubiese vuelto...mi hermana tuvo la posibilidad de irse a estudiar a Francia y no aceptó justamente porque sabía que no lo iba a aguantar, iba a desperdiciar la beca que otra persona podía aprovechar...
Tengo a una sola compañera mujer en el curso que es de Neuquen y el primer año vivió en una pensión...durante todo el primer año si cruzamos dos palabras era mucho, la mina estaba ida...le pasaba lo mismo que a vos....se mudó a un dpto con una amiga, y cambió totalmente. Esos lugares son una caca para vivir...es una persona totalmente distinta, te juro...

Me gustó el post!
besotes.


Estoy molida.

Vero dijo...

Igual Nati, creo que no es lo mismo irte a Francia, a miles de kilómetros, a un país que no es el tuyo, en el que no se habla tu idioma... Creo que debe ser peor. Yo tenía la posibilidad de irme a TL cuando quería, en 6 horas estaba allá.

Ahora me estaba acordando que habia otro problema más. Si yo no viajaba, mis viejos no tenían modo de mandarme plata... por ahí pasaba días enteros con 10 pesos en el bolsillo, mi único capital. No existían los cajeros. Por ahí me hacían giros postales si eran muy necesarios. Para hablar por teléfono era oooootro tema. En el pensionado no había teléfono. Así que yo iba todos los martes a las 21.00 a Entel (sí, Entel) y me llamaban mis viejos. O si estaba en la casa de esta familia amiga, les pegaba tres timbrazos y era la contraseña para que mis viejos me llamaran...

Uf! De mis épocas de estudiante tengo mil anécdotas. Agradables algunas, tristes otras, horribles unas... Pero bueno, supongo que eso me hizo en gran parte. Eso y todo el cariño de mi familia a pesar de la distancia.

Vero dijo...

Aaaaaaaaah! Me acordé de otra!! Mi vieja de vez en cuando me mandaba encomiendas con comida... pero yo me tenía que ir a Retiro a buscarla. Una sola vez, la primera, me la mandó a la oficina de Morón de Chevallier. La caja se perdió y tardó 5 días en llegar. Cuando por fin la abrí... todo el esfuerzo de mi vieja se había convertido en moho... Me acuerdo que había una tarta de manzanas que por encima estaba verde y "pelusienta"... pero eran tantas mis ganas de comer algo con sabor a casa que le saqué la parte de arriba y me la comí igual!

Bueno, no aburro más.

Anónimo dijo...

Yo también viví en una pensión de monjas a los 17 cuando me fui a bs as... eran rompe pelotas, sí. Pero después de pasar el primer cimbronazo, me enamoré de Buenos Aires y es una de las ciudades que conozco que más me gustan. Y bueno, supongo que dependerá siempre de la experiencia personal de cada uno, pero yo nunca extrañé la casa materna/ paterna. Me encantaba sentirme sola e independiente. Será por eso que después me fui también, no? En finnnnnnn, pasaba a saludar nomás. Besos.

Vero dijo...

Ro, el tema es que yo jamás me pude enamorar de Morón!!!!! La odio con toda mi alma. Y supongo que sí, que tu espíritu es más aventurero que el mío... A mí me encantaba también la sensación de ser libre, pero en el fondo yo siempre fui libre. Mis viejos jamás me pusieron el pie encima... Me hubiera ido feliz y contenta, pero esa experiencia me traumatizó durante mucho tiempo...

Natita dijo...

Extraño y sólo pasó un día...buahhhhh

no se que voy a hacer toda esta semana!!! snifff



Este sábado mates???? (nos hablamos dale?)

Tu sobrina cibernética que te quiere

Vero dijo...

Es que, sobri, deberías saber que esto es adictivo ;)

Dale, hablamos!

Sebastián dijo...

ehhhhhhh !!
qué feo esos lugares!

como que te dan ganas de dar vuelta todo

encima curas y monjas!

pero bueno, fue una experiencia de la que habrás sacado cosas para el futuro, o sea, para tu presente :D

mi abuela y mi mamá son de morón y conozco mucho la zona.

besos

Horacio dijo...

yo tenía parientes en morón, el tío cacho, huguito, la otra tía que no me acuerdo el nombre... creo que no hay localidad del gba donde no tenga un pariente, jajaja

Vero dijo...

Che Hori y me imagino que no tenés ningún pariente cura, no?

Horacio dijo...

sí, tengo un tío cura, pero nunca vivió en morón

Vero dijo...

y me imagino que tampoco es yugoslavo :P

Samy Goldstein dijo...

uuhh!!! estiuviste en moron!! yo vivo en Hurlingham... mira? casi vecinos no?
saludos gran sitio.

Vero dijo...

Gracias Salmón! NO te enojes si te digo algo: gracias a Dios no somos vecinos! :P jajaja La verdad es que Morón es uno de los peores recuerdos de mi vida... LEJOS.

Besos y gracias por pasar!