Cambié de destino... iba a escribir sobre mi último viaje de la facultad, pero fue hace tanto tiempo y tengo la neurona tan anquilosada, que no me dio ni media gana (así, en singular en el original).
Mayo 2000
Llegamos a
Madrid y mi amiga estaba hecha pelotita de salud así que el primer día, que llovía, nos quedamos encerradas en el departamento de Plaza España. Yo salí a la tarde y me fui hasta el museo del jamón a comprar un rico serranito para hacer unos sandwiches de la hostia...
Obviamente visitamos todo lo que hay que visitar:
- Palacio Real
- Plaza Mayor
-
Museo del Prado- Parque del Buen Retiro
- Gran Vía
- Plaza Cibeles
- Puerta del Sol
Palacio Real - robada de internet Plaza Cibeles - Robada de internet Parque del Buen Retiro - Palacio de Cristal - © Vero
De todo esto destaco, obviamente el Museo del Prado.
Museo del Prado - © Vero
Realmente teníamos muy poco tiempo en Madrid pero yo quería ver dos cosas en el Prado: Velázquez y Goya. Goya... increíble. La expresividad de sus cuadros me conmueve. Pero yo andaba buscando un cuadro en particular: el Cristo Crucificado. Encima estos españoles, que no tienen un pelo de tontos, lo han puesto en un lugar impactante. Vas caminando por las galerías y de repente te encontrás con una puerta que te lleva a un cuarto muy blanco. Muy, muy blanco. Y de repente te encontrás con esto:
Cristo - robada de internet
Es sobrecogedor. Impresiona de verdad aunque, como yo, no seas muy religios@.
Hubiera querido también ir a ver el Guernica en el Reina Sofía, pero mi amiga ya lo había visto y no tenía ganas... y no teníamos tiempo.
Algunas anécdotas graciosas, pero que nos hacían dudar de nuestras caras:
- Situación: tomando algo en un bar. Pregunta al mozo: "Se puede fumar?". "Mientras sea tabaco...". No tarado, y acordate de traerme el colirio también.
- Situación: otro bar. "Mozo, una cerveza y una Coca". "Coca Cola?". No imbécil, traeme el espejo, una Gillette y un papel.
Pero sin dudas, la que se lleva las palmas, es la que nos pasó al alquilar un coche: lo fuimos a buscar el día antes de partir a recorrer Segovia, Avila, Valle de los Caídos, la Granja de San Ildefonso. Divino, nuevito, Megane gris metalizado... Lo sacamos de la rentadora y nos fuimos derecho para el estacionamiento del hotel. Empiezo a bajar pero resulta que las curvas eran muy cerradas. Atrás mío venía otro auto que también tenía que hacer las mismas maniobras. Pero hete aquí que la primera vez que quise poner la marcha atrás, no pude. Intenté e intenté, y no pude... El tipo que venía atrás mío se puso un poco nervioso, se bajó del auto y le dije que no podía poner la reversa. Se subió el tipo, intentó y tampoco pudo. Vencidos ambos, me ayudó, empujando, a acomodar el auto en cualquier lado, pero fuera del paso. Recaliente me fui de nuevo hasta Hertz: "Eh! Me dieron un auto al que no le anda la reversa!" "Pero... qué auto le entregamos?" "Un Megane" "E intentó cogiendo el pomo y tirando de la argolla?"... Primero tuve que contener la risa por los términos, cuando lo logré, tuve que volver a contener la risa porque no podía creer que había sido tan imbécil. Obviamente la marcha atrás andaba a las mil maravillas y yo me sentí la persona más estúpida del planeta.
Yo no sé si habrá sido por el poco tiempo que pasé o qué fue, pero Madrid no me llamó la atención para nada. Creo que hay 10.000 lugares más lindos para conocer en España... Encima me llevé pésimo con los madrileños. NO LES ENTENDIA CUANDO HABLABAN!!!!!
TIP: Para mí valió mucho más la pena visitar los alrededores. Imperdibles: Valle de los Caídos, Escorial, La Granja, Segovia... El camino desde la Granja hasta Madrid es espectacular!