Toledo

A partir de ahora voy a "especializar" el blog (jajaja). Así como María tiene el suyo de cocina, Eric y Yoryi de música, Hori pa' quejarse, Natita para reflexionar y VP para... bueno, para conversar :P; el mío a partir de ahora (y hasta que me canse) va a ser de anécdotas de viajes; de esas tengo muchas!

Para darle más "emotion" al relato, aprieten play

Alcázar de Toledo desde Parador - Foto by Vero

25 de Mayo de 2000
Salimos de Madrid hacia Toledo con el Megane divino que habíamos alquilado...

Llegamos a Toledo y fuimos para la Iglesia de Santo Tomé, donde está "El entierro del Conde de Orgaz". Nos habían recomendado que esperáramos a que hubiera algún guía (nada de pagar!) para que explicara el mural. Como no teníamos paciencia, ni tiempo, nos compramos el folletito explicativo que describe quién es quién. Pero lo mejor de todo es que lo compramos... CUANDO SALIAMOS!!!!

Cuando fuimos a buscar el auto me encontré con que nos habían hecho una multa por haber estacionado en un lugar que era medido. Pero eso no fue todo... queriendo salir de ese laberinto que son las calles de Toledo, nos íbamos metiendo cada vez más adentro, por callecitas súper angostas. En una calle me metí y una señora desde un balcón me gritó que por ahí no se podía pasar. Haciendo caso de las "personas que saben" hice marcha atrás y, después de mil maniobras y dos tarros de antitranspirante, logré salir. Pero después llegué a una esquina y me di cuenta que no pasaba, pero tampoco podía retroceder. Un tipo que estaba parado "tomando el fresco" (30ºC a la sombra!) me dijo que sí, que pasaba. Cerramos los espejitos, mi acompañante se bajó y, despacito y con su guía, pasamos. Pero llegamos a un lugar peor y una señora muy amable, dándonos coraje, nos dijo que si habíamos pasado el anterior también pasaríamos éste. Pero no, no pasamos. Escuché un "cjjjjjjjrrrrrr" y parte de la pintura de la parte de atrás, del lado derecho, quedo en una pared de Toledo. De más está decir que me agarré una calentura padre. Como ya no tenía más ganas de dejarme nada en el camino, y mi ánimo no era el mejor, le preguntamos a un tipo cómo podíamos hacer para salir de ese embrollo. "Síganme" (y no era el innombrable, pero me fue casi igual que si hubiera sido). Se montó en su Mercedes y, a los pedos, nos sacó de ahí. En el camino un auto que venía de frente me hizo "give me five" con los espejos...

MORALEJA: cuando vayan a Toledo, dejen el auto lo más lejos posible del centro!